El baccarat es un juego donde los jugadores apuestan a la suma que reparte un crupier del casino, la mano del jugador y el banquero. La mano que obtiene primero una suma de ocho o nueve victorias, o el juego podría terminar en un empate. Es un juego fácil y rápido que no requiere habilidad para jugar.
Rico en su diversidad multicultural, Nicaragua tiene una rica historia de ser una nación colonial con una economía agrícola floreciente, habiendo alimentado al éxito a muchos artistas e intelectuales famosos. El gobierno legalizó los juegos de azar en 2001, y la industria había estado en auge desde entonces, expandiendo el negocio dentro de la región y albergando casinos en línea.